Descripción
Inglaterra, finales del siglo XVI. Un hombre aparece muerto en un localidad de la campiña inglesa, al parecer, después de que su verdugo le haya sumergido la cabeza en el río que discurre junto a la posada en la que se alojaba.
Los huéspedes, la bruja blanca tan querida en el municipio y los propios empleados del establecimiento se miran con suspicacia tratando de identificar al culpable.